Rayuela: Entrevista a Marlango

Marlango han tenido que pelear, y lo seguirán haciendo siempre, por deshacerse de etiquetas varias, desde banda de jazz a "el grupo de Leonor Watling". Eso incluso con cinco discos publicados y giras internacionales. Sin embargo "Un día extraordinario" parece ser el disco con el que olvidar esas etiquetas (a pesar de ilustrar Leonor la portada en exclusiva) fundamentalmente por un cambio: su paso al castellano. Del cambio de idioma se desprende doce temas lejos ya del jazz, y muy lejos de su punto eléctrico, para ser más chançon.

Hemos hablado con Alejando Pelayo, pianista de la banda, sobre este nuevo trabajo.

Supongo que esta pregunta os la habrán hecho mucho en la promoción de este disco, "Un día extraordinario", ¿por qué pasáis al español en este momento y no antes?

Por que nos apetecía cambiar, que pasara algo distinto después de cuatro discos en inglés. Una de las cosas que podían ayudar a no caer en la rutina era cambiar el idioma, y como ya veníamos haciendo canciones en castellano desde la primer gira, nos pareció que era un buen momento. Aparecieron primero las letras que muy rapidamente se cosieron a las melodías y nos dimos cuenta de que tenía que ser un disco en castellano y empujamos en esa dirección. Más que una decisión consciente ha sido una consecuencia, a nivel interno, muy lógica.

Uno de los mentores de este disco ha sido Fito Páez, ¿ha tenido él parte de culpa en ese cambio?

Él tuvo la amabilidad de invitarnos a participar en su disco en directo que grabó en Madrid, tocamos y ensayamos con él, y luego cuando nosotros tuvimos que tocar en Buenos Aires también contamos con él. En su casa después de aquella noche del concierto, al rededor del piano, nos sinceramos hablando de lo que escuchábamos, de lo que hacíamos y de cómo lo hacíamos. Cuando volvimos a Madrid unos meses después nos dimos cuenta de que aquella cena había sido muy importante para nosotros y que sentíamos que nos había dado ese empujón en forma de permiso de alguien a quién admiras, para ponerte manos a la obra. Basicamente nos dijo que nos encontábamos en un punto que estaba a la misma distancia de una música que de la otra, de un idioma y de otro, y eso nos sirvió como excusa el poder decir "es que me lo ha dicho este que es muy grande".

Se suele decir que componer en inglés es más sencillo aunque no sea tu lengua materna. ¿Habéis encontrado mayor complicación al componer las letras en castellano?

Sin duda es muy diferente. El mejor ejemplo que he encontrado para explicarlo es que nosotros salimos a jugar al mismo campo con los mismos amigos, pero es la diferencia de salir con el balón de fútbol o con uno de rugby. El castellano es ese balón que tiene unas reglas muy concretas y lo cambia todo.

"Un día extraordinario" está grabado en directo, tocando juntos Óscar y tu con más músicos como Toni Brunet, Vicent Huma, David González, Julián López o Ricardo Moreno. Supongo que apenará no poder llevárselos a todos de gira ¿Cómo se prescinde de ellos y se plasma el disco en el directo "real"?

No prescindimos de casi nada, siempre que podemos intentamos estar la formación completa sobre el escenario. No siempre se puede porque la economía en esta época que vivimos es bastante precaria y obliga a ajustar las canciones a formatos más reducidos, pero teníamos muy claro desde que empezamos a escribir las canciones del trabajo que iba a ser un disco de piano y voz. A partir de ahí hemos ido construyendo por capas hasta canciones en las que hay ocho músicos tocando, pero las podemos tocar en su forma básica de piano y voz, y la canción no cambia prácticamente nada. Es una cuestión de sonido porque el arreglo está muy claro en la composición. Lo que sí nos da el estar tocando como grupo es una sensación muy poderosa y placentera de ir sentado en una barca que se mueve y te lleva, y tu estás ahí muy a gusto tocando y escuchando al resto tocar a la vez.

Habéis pasado de tener a Suso Saiz como apoyo a cederle la producción completa en este disco ¿Por qué lo decidis y que aporta al disco su participación más completa?

En el momento que vimos que el disco lo íbamos a hacer así y que teníamos que explotar eso bueno que tenemos cuando tocamos todos juntos, necesitábamos a alguien de absoluta confianza al mando. Suso es esa persona que sabes que entiende la canción perfectamente y a nosotros desde el primer disco y mejor que nosotros mismos, que ha estado siempre ahí echando una mano. Aporta esa virtud de poner cada canción donde más cómoda esté, porque cuando uno está tocando tienen la tendencia de correr más o menos, o contar demasiadas cosas. Eso lo ve Suso desde fuera con una claridad y un acierto inmediatos. Es bueno saber que él está ahí y que no tienes que pensar ni improvisar nada, simplemente sentarte y tocar.

Partiendo desde el propio título del disco, en cada letra y cada melodía, sorprende el espíritu positivista que encierra, sobre todo en un momento general de crisis como el actual. ¿Era lo que buscabais? ¿dónde está la fuente de tanto optimismo?

Hay que querer. Es una declaración de intenciones. Por supuesto que no somos ciegos a lo que nos rodea y que sufrimos igual que todo el mundo, y precisamente porque somos muy conscientes del momento en el que estamos hay que empujar en la dirección contraria y hay que estar lo más fuerte y protegido en un territorio en el que no podemos dejar que entren los nubarrones. Esa carga viene de la necesidad de proteger eso porque tenemos niños pequeños. Como decía Serrat hace muchos años, "hoy puede ser un gran día, planéatelo así", luego a media mañana se puede torcer pero que por lo menos el levantarse de la cama sea con energía. Somos conscientes de que tenemos el mejor trabajo del mundo tocando por ahí nuestras canciones.

Es inevitable caer en Leonor Watling como cabeza más visible de este proyecto, y acordarse de su otra faceta, la de actriz, al escuchar ese tema "Si yo fuera otra" que dedicáis en este disco a Pedro Almodóvar. ¿Cuánto de cinematográfico tiene el disco?

Sinceramente no te sé contestar porque me resulta muy difícil ser objetivo. Para nosotros todo lo que está relacionado con las imágenes es muy importante a la hora de escribir las canciones. Nos comunicamos mucho a través de las imágenes, de fotogramas de películas y de fotografías. A veces cuando estas hablando de cosas que no sabes muy bien como explicar es más fácil poner cinco minutos de una película aunque sea sin volúmen y te comunicas más fácil que con palabras. Siempre ha sido así la relación que tenemos con la imagen, al margen de que Leonor sea actriz.

¿Qué podemos esperar del concierto de este viernes en un entorno como la Ciudadela y en un evento diferente como la Noche del Vino?

Nosotros siempre salimos de casa con alguna premisa, la primera es que las canciones del disco nuevo serán el eje principal del concierto. Pero luego nos gusta mucho que lo que pase esa noche no sea solo porque lo hemos decidido nosotros si no porque la gente que está allí también lo quiere, que no haya nada impuesto ni planeado. Tenemos canciones suficientes después de ocho años como para adecuarnos a la gente si está relajada o de fiesta y acompañar esa energía. Vamos a ponerle música a lo que pase ahí, y me imagino que una ciudad que está esperando a que lleguen las grandes fiestas tendrá una energía muy contenida pero ya estamos en verano y ahora la gente quiere pasarlo bien y disfrutar. Intentaremos estar a la altura de esa energía.

Un última pregunta extramusical pero relacionada con la Noche del Vino, ¿Marlango es de blanco, tinto o rosado?

Marlango en general es más de tinto, rara vez se pide otra cosa. Creo que no he visto a nadie en estos ocho años tomarse ni un blanco ni un rosado después de un concierto.